martes, 21 de enero de 2014

Historia de la corbata


Su nombre viene del italiano, corvatta o cravatta, derivado de “croata”. 

La corbata es un complemento de la camisa. Un complemento que simboliza la elegancia en cualquier caballero. Aunque, hoy en día, las mujeres se suman a llevar corbata en sus outfits de vez en cuando.

Es un elemento imprescindible y básico.


La corbata consiste en una tira hecha de seda o de otro material que se anuda alrededor del cuello, dejando caer sus extremos de manera vertical por encima de la zona de los botones de la camisa, precisamente esa era su función: tapar los botones. Aunque hoy por hoy, la corbata es un elemento esencial cuando vestimos de manera formal: ya sea un traje, un frac o una camisa simplemente.

Existen muchos tipos de corbatas, pero hay dos tipos de corbatas básicas: la larga es la más usual y después encontramos la corta o “de moño”. También existen las corbatas finas, más conocidas como corte “slim”.

Dicen que la corbata protegía a los soldados del frío. 
Supuestamente aparece en Francia bajo el reino de Louis XIII. El rey reclutaba a soldados croatas y éstos llevaban un pañuelo anudado en el cuello. Era un pedazo de tela blanca, se llamaba “hrvatska”, “Croacia” en idioma croata. De hecho se dice que la palabra corbata también podría ser una deformación de la palabra croata. 
Los soldados tenían una especie de competición que les llevaba a querer tener la corbata más bonita y añadían puntillas y cintas de seda.


Durante la revolución francesa, la corbata se volvió un verdadero status-symbol y por primera vez adquirió un valor político: el revolucionario la llevaba negra, mientras el contrarrevolucionario se la ponía blanca.

Esta moda se extiende por toda Europa. Fue llevada por ricos y dandis, atravesando los siglos y los continentes, recorriendo mundo y adaptándose a la moda del momento.

En el siglo XIX los incroyables, gente elegante y extravagante de aquellos tiempos, llevaban una corbata que tenía enormes dimensiones y llegaba casi a esconder la barbilla y el labio inferior. 
Lord Brummel necesitaba a dos mozos para anudarse su corbata, así que imaginaros las dimensiones…

Dicen que Napoleón llevaba siempre corbata negra con borde blanco. 
Hasta que el 18 de junio de 1815 decidió cambiarse de corbata y perdió la batalla de Waterloo.

 
A partir de este momento, el arte de anudarse al cuello un pedazo de tela se convierte en el signo más elegante de vestir del hombre. 

En 1880 llegó una moda peculiar de la mano de la Universidad de Oxford: sus miembros empezaron a atarse las cintas de los sombreros alrededor del cuello. El mismo 25 de junio se creó la primera corbata del club con sus colores correspondientes. Y, así, se extendió la moda a otras universidades y colegios.

La corbata básica actual la diseñó Jesse Langsdorf en 1924. Éste encontró una manera de cortar la corbata con el menor desperdicio de tela posible: trazó un ángulo de 45 grados en la trayectoria del dibujo y cortó la seda en tres piezas que se cosían después. 
Patentó su invento y lo vendió. Hoy en día la mayoría de las corbatas se confeccionan así.

Así que ya sabéis, la corbata es esencial. ¡Os dará un toque elegante seguro!




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