Existen varios sinónimos para definir este complemento, como por ejemplo, solapa o boutonier.
Antes los prendidos eran detalles de no más de 8 cm. y sólo flor; hoy en día, los prendidos que se están haciendo en la actualidad superan por más del doble de ese tamaño.
Los prendidos de novio, al igual que las flores u otro elemento decorativo, tienen que ir en concordancia con el resto del preparativo. Ofrecerán un toque personal e impactante a cada imagen del momento.
Suele tenerse en cuenta, color y diseño del traje del novio, colores del ramo y vestido de la novia, incluso, colores y diseño de los trajes de los padrinos. No debe ser muy grande pero debe quedar vistoso.
Una práctica muy habitual es hacer un prendido como el ramo de la novia pero de tamaño más inferior.
En estos años los prendidos han ido desapareciendo poco a poco pero vuelven a resurgir con la moda de las bodas americanas.
Aparte del novio, lo suelen llevar los padrinos pero nunca deben ser similares los prendidos del novio con los de los padrinos.
Los prendidos más clásicos suelen ser los que están realizados con flor blanca. Os proponemos a continuación algunos ejemplos realizados de esta manera.
En la actualidad, para las personas más singulares, se realizan prendidos según los gustos más curiosos, que se sale de lo más habitual aunque no menos elegante que lo clásico.
Aquí os mostramos algunos ejemplos de prendidos de novio sin flor.
La verdad es que, aparte de mirar los peinados y los trajes, el prendido forma parte del conjunto, y aporta un matiz de distinción y coquetería.