Ya os hemos hablado en otras entradas del esmoquin y el frac, y hoy toca compartir en el blog un post sobre el traje de etiqueta más utilizado para contraer matrimonio en nuestro país: el chaqué.
El chaqué es el traje de ceremonia por excelencia, según el protocolo debe utilizarse por la mañana o bien antes del atardecer (entre las 6/8 de la tarde más o menos).
La versión clásica de este traje de etiqueta se compone de una chaqueta negra, y pantalones de rayas en tonos grises; aunque existen variaciones en tonos gris marengo o azul marino que cada vez tiene más aceptación.
La chaqueta se caracteriza por ser tipo levita, con faldones separados. En este caso las solapas son clásicas, y deberá combinarse siempre con camisa blanca almidonada con doble puño para gemelos. La corbata debe ir con un nudo tipo windsor, y podrá ser de cualquier color.
Con chaqué se debe llevar chaleco, tradicionalmente en gris, negro para entierros y según el protocolo será blanco en una boda; aunque hoy en día es uno de los elementos que más variaciones admite y se juega con los colores para conseguir un look más personal. En nuestras tiendas de alquiler de trajes de etiqueta podéis encontrar una amplia variedad de tonos para vuestro chaleco.
El pantalón es de corte clásico, normalmente gris con finas rayas verticales; y el atuendo debe completarse con zapatos negros lisos de piel con cordones. Se puede combinar también con sombrero de copa gris o negro (que también tenéis a vuestra disposición para alquilar en nuestros establecimientos).
En una boda lo habitual es que luzcan este traje el novio, el padrino, y los testigos del enlace. Es recomendable que todos los asistentes que lleven chaqué opten por un mismo color de chaleco, a excepción del novio, de manera que éste se diferencie fácilmente del resto.
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