Continuamos con nuestra serie de entradas sobre elementos tradicionales en las bodas, y en este caso vamos a ocuparnos de un complemento del look de la novia: el velo.
En la actualidad, este elemento se utiliza como adorno, quedando un poco al margen el significado que históricamente ha tenido, y que ha sido lo que ha hecho que su uso llegue hasta nuestros días.
El velo simboliza la pureza de la novia, y debe cubrir su cara hasta el momento de la unión en matrimonio; cuando el novio puede levantarlo para besar a su esposa. Esto es lo que dice la tradición, aunque hoy en día la mayoría de novias que deciden lucir un velo el día de su boda optan por un diseño que no les cubra la cara, sino que simplemente adorne la parte de atrás del peinado y del vestido. De hecho, en los últimos años se han establecido nuevas variantes del velo, y algunos se colocan como un casquete cubriendo la cabeza (velo pirata); las modas también cambian para este complemento.
En tiempos de los antiguos imperios griego y romano los velos que usaban las novias eran de color rojo y amarillo, ya que se creía que estos tonos protegían a la novia de los malos espíritus. Además, el hecho de llevar este elemento el día de la boda tenía también como función que el novio no viera del todo a la novia hasta convertirse en marido y mujer; y en cierto modo esa tradición se conserva también en nuestros días, y seguimos pensando que "da mala suerte" que el novio vea a la novia antes del momento de la ceremonia.
En las bodas judías el velo simboliza el cubrir la luz divina que emana de la novia ese día, ya que se considera que el alma de los novios están en un estado elevado durante la ceremonia de la boda.
En las bodas cristianas no fue hasta el siglo XIX cuando se comenzó a utilizar el velo en las bodas (anteriormente se solía lucir una corona de flores y ramas); y en esta religión el uso del velo es un símbolo para el novio y los invitados de que la novia es pura.
Actualmente hay muchas novias que dan el Sí Quiero en una ceremonia religiosa y prescinden del velo, y por contra, también hay celebraciones civiles en las que la novia luce este complemento; por lo que podemos concluir que este elemento ha llegado hasta nuestros días pero que su uso actual no está relacionado con el significado que ha tenido tradicionalmente, sino más bien con la moda y el gusto de la novia.
El chaqué y el esmoquin no son trajes de etiqueta cuyo uso tenga un significado, pero sin lugar a dudas son las opciones más elegantes y protocolarias para que el novio también lleve un estilismo perfecto en una ocasión tan especial (en nuestras tiendas ofrecemos alquiler de chaqué, alquiler de esmoquin, y alquiler de frac; así como la venta y confección a medida de todos estos trajes de etiqueta).
Imágenes vía StyleMePretty.
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